15 enfermos renales de la provincia esperan un trasplante de riñón
Solo el 15% de los 146 pacientes que reciben diálisis, optan por la técnica peritoneal en sus domicilios
25.08.10 - 00:50 - ALICIA PÉREZ | ZAMORA.
LOS DATOS
70
pacientes con insuficiencia renal se dializan en el Hospital Virgen de la Concha de Zamora.
40
reciben el tratamiento en el centro satélite de hemodiálisis de Benavente.
14
personas con patologías renales se dializan en el centro concertado Seter de Zamora.
15 pacientes de la provincia con problemas renales esperan actualmente un trasplante de riñón, es decir, el 10,2% de los enfermos que se someten a diálisis. El número de personas que aguardan esta intervención para superar su problema y evitar el tratamiento no es alto y la cifra de donaciones ha ido en aumento en los últimos años, según los datos facilitados por el Servicio de Nefrología del Complejo Hospitalario de Zamora.
La mayoría de los pacientes que están en lista de espera para entrar en quirófano son jóvenes, ya que es necesario que los enfermos no padezcan patologías cardiacas que les impidan aguantar la medicación posterior al trasplante.
Durante este año, en los dos hospitales de referencia en trasplantes de riñón de Castilla y León, el Hospital Universitario de Salamanca-donde se atiende a los pacientes zamoranos, además de a aquellos que proceden de las provincias de Burgos, Ávila y Salamanca-y el Clínico de Valladolid, donde se atiende a los enfermos de las provincias restantes, se han realizado 50 intervenciones.
En este sentido, desde la Sección de Nefrología de Zamora se está potenciando el trasplante de vivo, que consiste en la donación procedente de personas vivas, normalmente familiares; y el trasplante cruzado, puesto en marcha por la Organización Nacional de Trasplantes y que consiste en intercambiar los órganos para trasplantar entre dos parejas de donantes y receptores cuando estas no son compatibles entre sí, ya que existen diversos criterios de incompatibilidades entre el donante y el enfermo.
Órgano artificial
Para combatir una insuficiencia renal además del trasplante, existen dos tipos de diálisis: la hemodiálisis y la diálisis peritoneal. La primera, que se hace tres veces por semana, consiste en un procedimiento por el que la sangre que se extrae al paciente mediante una aguja llega a una máquina que en forma de riñón artificial hace las funciones del
órgano: retiene las sustancias tóxicas y devuelve la sangre limpia al cuerpo.
Por otra parte, la diálisis peritoneal consiste en una serie de intercambios de un líquido especial dentro del abdomen, donde se extrae el agua y los desechos a través de la membrana peritoneal. Esta se realiza en el propio domicilio y puede utilizarse incluso mientras el paciente duerme.
Con estos tratamientos el enfermo puede vivir perfectamente, aunque depende de si existen otras patologías asociadas como la diabetes o problemas de circulación que empeoran la enfermedad, según las explicaciones del jefe del Servicio de Nefrología del Hospital Virgen de la Concha, Jesús Grande Villoria.
En la actualidad en la provincia hay 146 personas con patologías renales que están siendo dializadas. El perfil generalmente es el de personas mayores, de entre 60 o 70 años que sufren diabetes o hipertensión, aunque también hay pacientes jóvenes desde los 20 años. De estas personas, 124 reciben hemodiálisis en los tres centros de los que dispone la provincia. Así, 70 reciben diálisis en el Hospital Virgen de la Concha, 14 en el centro concertado y 40 en el centro satélite de hemodiálisis de Benavente.
Además, solo el 15% de los pacientes con insuficiencia renal, es decir 22, han optado por la diálisis peritoneal en su domicilio, por lo que tan solo acuden una vez al mes al hospital para seguir los controles rutinarios.
Aún así, el porcentaje es superior a la media nacional, que se sitúa en un 13%. «La mayoría son jóvenes, aunque algunas personas mayores también lo llevan muy bien. Es la mejor técnica porque lo pueden hacer en el horario que más les convenga, lo que permite una mayor libertad, y no se tienen que desplazar a los centros ni estar todo el día en el hospital», asegura Jesús Grande Villoria, quien añade que en la mayoría de los casos es el paciente el que decide qué tipo de diálisis usar.
Durante los meses de verano, el servicio recibe solicitudes de personas que pasan las vacaciones estivales en la provincia. Este año esa demanda no se ha podido atender, ya que las unidades hospitalarias están al completo y el centro concertado Seter de la capital, que daba este servicio en años anteriores, está pasando por «un proceso de reestructuración».
Por su parte, los pacientes zamoranos con patologías renales que salen de vacaciones son pocos y su principal destino es Levante, donde reciben el tratamiento. Se trata de un problema que no afecta a los pacientes en diálisis peritoneal, a quienes se les traslada todo lo necesario para seguir con el tratamiento en el domicilio que vayan a ocupar durante el verano.
Células madre
Los esfuerzos del Servicio de Nefrología del Complejo Hospitalario de Zamora se centran ahora en mejorar la calidad asistencial de los pacientes, facilitando que estos tengan cada vez menos catéteres y más fístulas venosas, en potenciar el trasplante en vivo y cruzado, y en conseguir que aumenten los pacientes que reciban diálisis peritoneal. Además, una alternativa de futuro al trasplante es la investigación con células madre.
Según las explicaciones del jede del servicio, el problema de la insuficiencia renal es que no presenta ningún síntoma. Esta patología se puede prevenir llevando una vida sana, un control de la tensión arterial y de los factores de riesgo cardiovascular, así como evitando la automedicación, un aspecto que preocupa mucho a los especialistas, ya que las intoxicaciones medicamentosas se eliminan por el riñón y pueden provocar daños en este órgano.
http://www.nortecastilla.es/v/20100825/zamora/enfermos-renales-provincia-esperan-20100825.html